un cuento

Se dio a la tarea,
de pegar
y a veces clavar,
una, dos o tres hojas
en las puertas que encontraba.
Una a una, fueron apareciendo,
y desapareciendo,
como en cuento de hadas,
como en obra de teatro,
como en pelicula de hollywood.
Se llevo unas cuantas para esconder,
abajo de la cama,
junto a la caja de zapatos,
la lochera de su infancia,
y los recuerdos escondidos,
y uno que otro secreto,
de esos que se le cuentan a la almohada.
Dos dias basto,
para llenar la ciudad,
quemarla,
y volverla a pintar.
Y aunque no sabia mucho de como cantar,
se invento unas notas,
para agregar,
para que no sonara tan espantoso,
cada una de sus canciones.
Se paro en el centro de ese parque central,
cerro los ojos,
sabia que alguien leeria,
la invitacion a su demostracion,
de que un dia,
un pajaro que no sabia cantar,
le dedicaria,
una sola melodia,
a ese cielo, que por las noches,
le prendia las luces,
cuando le daba miedo la oscuridad.