ay las palabras

Me he dado cuenta que las palabras tienen a cambiar,
no son iguales en las mañanas con el cafe,
o en la tarde con un cigarro.
En la noche con la melancolia se vuelven azules,
y los dias de verano, gritan como locas,
para invierno se sientan a observar la lluvia,
y en las nubes, no digamos todo lo que hacen.
No salen igual enamoradas,
de lo que podrian salir, si hubieran matado a alguien,
como no hay similitud, entre las de un sicopata,
como las de un niño preguntando por un nido.
Las palabras te pueden confundir,
parecer similares, pero
tratan de decirte cosas a veces al corazon,
que la razon no comprende,
y a veces es con el cerebro con quien quieren hablar,
y el estomago se indispone y manda señales vagas,
de nausea y poca disposicion.
Pero al final no son mas que eso,
palabras que se las lleva el viento,
que no significan realidad,
que los hechos se las deboran,
y les quitan la hipocresia, llevandolas a decir la verdad.
Las palabras pueden jugar con la realidad,
pero al final, se dejan apachar
por su peso.