mi nube
Se venden y se alquilan pedazos de corazón,
leí en un letrero mientras observaba el paisaje.
Pare la marcha y baje,
entre a la pequeña tienda, que además tenia a la venta,
una buena colección de música,
y una nube que buscaba,
el precio era excesivo, para ser una nube,
pero pensé donde encontraba otra vez una tienda así
y decidí llevarme a mi nube.
Puse la nube cerca de una ventana,
por si algún día tenia algún ataque de soledad,
pudiera ver las nubes que volaban libres,
pero desistí a esa idea, pensando que la podía matar de melancolía.
La alimentaba todos los días con gotas de roció,
y de vez en cuando con rayos de sol.
Supe al fin y al cabo, que mi búsqueda había terminado,
había encontrado la nube que me sacaría de mi absurdo,
y un lindo pasatiempo,
para un corazón solitario como el mió.
Cuando dormía, lo hacia cerca de ella,
porque me hacia compañía,
hasta que un día, me levante y no estaba ahí,
y solo encontré, en el fondo de su frasco,
un montón de agua.
Que poco a poco se mezclo con las lágrimas
que por fin volví a derramar,
por la nube, que me hizo compañía por unos días.
leí en un letrero mientras observaba el paisaje.
Pare la marcha y baje,
entre a la pequeña tienda, que además tenia a la venta,
una buena colección de música,
y una nube que buscaba,
el precio era excesivo, para ser una nube,
pero pensé donde encontraba otra vez una tienda así
y decidí llevarme a mi nube.
Puse la nube cerca de una ventana,
por si algún día tenia algún ataque de soledad,
pudiera ver las nubes que volaban libres,
pero desistí a esa idea, pensando que la podía matar de melancolía.
La alimentaba todos los días con gotas de roció,
y de vez en cuando con rayos de sol.
Supe al fin y al cabo, que mi búsqueda había terminado,
había encontrado la nube que me sacaría de mi absurdo,
y un lindo pasatiempo,
para un corazón solitario como el mió.
Cuando dormía, lo hacia cerca de ella,
porque me hacia compañía,
hasta que un día, me levante y no estaba ahí,
y solo encontré, en el fondo de su frasco,
un montón de agua.
Que poco a poco se mezclo con las lágrimas
que por fin volví a derramar,
por la nube, que me hizo compañía por unos días.
2 Comments:
At 3:30 PM, Anonymous said…
Es la naturaleza de las nubes...
Y parte de su esencia es también recordarnos el dulce sabor de la compañía, aunque nada podrá evitar lo amargo de su partida.
Pronto vendrá la siguiente, la reconocerás enseguida...
At 2:07 PM, Mercedes said…
te reto y te pregunto.. es mejor que la nube se haya ido o que aun te visite y ocasionalmente te acaricie con esa suavidad tan particular?
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