de cosas de fantasia con realides imprevistas

y he ahi la niña,
buscando a su principe azul,
entre tantos sapos verdes,
le di un consejo al oido,
le dije que seguramente para distinguirlo,
la bruja no pudo cambiarle el color,
y que buscara un sapo azul.

Y para mi pesar la niña me hizo caso,
empezo su busqueda talvez infructuosa,
talvez en realida absurda,
pero no todos tenemos de eso adentro?
un absurdo tremendo que se hace grande como hoyo negro,
y si no le ponemos el sello se encarga de comernos.

Miro con ojos tristes,
a la niña que esta ya grande,
aun pregunta por el,
y la fantasia, se parece tanto a la realidad a veces,
que voy a regalarle un libro de cuentos,
para que se de una idea de como vivir.

Hoy le lleve una taza de cafe,
y nos sentamos de nuevo a platicar,
me pregunto que donde habia fallado,
que si yo le habia mentido,
que si no me dolia el alma,
que me fuera al carajo,
mientras el cafe se sentia tibio en mi cara,
la vi desaparecer,
al final,
el cuento no termino como de hadas,
si no como un cuento mas,
de esquina... de aquellos que los cambias un poco,
para no llorar de mas.