de sentirse extraño

soy un extraño,
en tierra propia el sentimiento de ligereza,
de pasar volando,
de no estar,
de ser diferente no se quita,
no se lava ni con jabones que prometen quitarte los germenes,
pero no los del alma,
para esos no funcionan.
Sentarse en una silla
en medio de una multitud de gente,
y saber, que el roce,
es tan diferente,
es algo que no parece humano,
que no parece real,
y te cuestionas, te lo pintas,
lo maquillas, le das vueltas,
y encuentras que no,
ni de su lado oscuro,
ni de su lado bueno,
ni por arriba,
ni por abajo,
es tan facil observarlo,
saborearlo, y encontrarte con que
lo que esta cercano se aleja,
y cuando lo tienes cercano lo alejas,
te sientas y quieres llorar,
pero no hay lagrimas, en lugares donde no pueden estar,
donde el aire aunque liviano,
pesa, se contradice,
aumenta, y los pulmones se llenan,
se encongen,
y absorbes, algo del ambiente,
que cada dia te envejece,
te hace grande,
o talvez te hace chico,
y lo sabes,
el ser extraño es tan natural,
cuando caes,
en una vida un tanto cruel,
y un tanto fiel.