Cronopio Melomano

Friday, October 20, 2006

Carrusel

Sentado en un carrusel donde la emocion estaba prohibida
Di vueltas sobre un carro,
Todos los caballos estaban ocupados,
Por niñas con vestidos de colores pastel
Que me sacaban la lengua,
Como burlándose de mi estado.
Daba vueltas, y me sentida como en una semana
De lunes a domingo, recorriendo el mismo lugar.
Tenia ganas de un algodón de azucar,
Pero una niña me tenia atado a su zapato,
Travesura de infacia,
Y uno de los caballos me guiñaba el ojo,
Mi algodón de azucar se me antojaba irremediablemente,
Mientras que el carrusel parecia ir mas lento.
Baje con un poquito de mareo en el estomago,
Y me di cuenta,
Que estaba viviendo en un sueño,
Mi algodón de azucar me esperaba sentado en una banca,
Listo para degustarse,
Y yo, pues yo no sabia si seguia dando vueltas,
La rutina, cada dia parecia y desaparecia.
Sobre el carrusel seguina las niñas vestidas de pastel,
Y en la tierra, las miraba ahora moverse.
Mientras en mi lengua, el azucar se hacia agua
Agua como mi boca.

Friday, October 13, 2006

Engaño

Escribí en la pared, y lo hice con tinta,
quien quisiera borrarlo le llevaría un poco más de trabajo.
Quería guardarlo, como un sueño en el archivo de atrás del cerebro,
ese que tiene un viejo almacenando los sueños,
que se le escabullen a veces, cuando llegué, el archivo estaba hecho un desastre.
Una pesadilla aterrorizaba a los sueños de conejitos,
y no había por ahí ningún sueño superhéroe para defenderlos.
¿Y que escribí en la pared?, pues no mucho,
se vino la noche, y el lapicero se negaba a escribir vertical
cuestiones de gravedad me dijo.
Accedí a escribir de cabeza, un poco mas horizontal,
y por un momento me dio por silbar,
y pensaba que talvez la tinta retendría un poco el sonido,
Y captaría la esencia de lo que sentía.
letra tras letra, escribí un poema
Dedicado a no sé que sentimiento,
Que se sentida dichoso ese día, como tomado en cuenta.
Me canse de mover la mano de un lado a otro
y de escribir tantas cosas,
que mi inspiración se me unió
Y descanse un par de semanas.
Y ahí fue que abrí los ojos, la luz que entraba, estaba llena de polvo
Partículas que miraba de un lado a otro,
parecía una mini nevada.
Y la pared se encontraba blanca. Ahí fue donde me di cuenta,
el lapicero me había engañado,
y el recuerdo se había esfumado.