Cronopio Melomano

Tuesday, March 21, 2006

Recuerdos con disfraz de mosca

Anoche deje una ventana abierta,
Esperando dejar entrar un poco de aire fresco,
Pero se metio un recuerdo
Que me estuvo molestando toda la noche,
Aunque es de esos recuerdos que se eliminan con un buen matamoscas
La molestia siguió y siguió un buen rato,
No me dejaba escribir, se metia entre las palabras,
Queria llamar la atencio, que escribiera de el
Y al parecer se llevo las de ganar, porque heme aquí
Sentado escribiendo sobre ese recuerdo con complejo de mosca
Era mas difícil hace ya un par de años
Porque venian en enjambre lor recuerdos, no simplemente uno,
Sino que eran varios
A hablar, a meterse en mi cabeza
Y me llevaba horas, estarlos contemplando
No sabia que hacer con ellos,
Asi que los oia, le ponia atención
El matamoscas no era opcion en esos tiempos
Y me molesta que cada vez que abro una ventana,
Se mete uno a molestar,
Hay dias que tengo la suerte que lo unico que entra
Es el claro de la luna,
Pero ayer no fue uno de esos dias
Mientras seguia escribiendo vi como se empezaba a dormitar
Tenia el matamoscas a un lado
Asi que aproveche el momento para
Darle un buen golpe, para eliminarlo de un solo
El problema es que su mancha quedo persistente aquí en mi cuarto
Y me molesta la vista
Trate de sacarla con un poco de cloro
Pero manche mi escritorio, y la mancha seguia ahí
Creo que tengo que aprender a vivir con ese tipo de manchas
Ya tengo varias por todos lados,
Y no he visto en la televisión
Que hayan inventado uno de esos detergentes
Quita manchas de recuerdos,
Ningun publicista, o mercadologo, se le ha ocurrido
Crear semejante producto,
Que seria un buen negocio,
Quien no quiere borrarse un par de recuerdos,
Y dejar de ver
Esas manchas que llenan de hoyos el corazon?

Wednesday, March 15, 2006

Cuestion de palabras / Blanco

Cuestión de palabras...

Tengo ganas de hablar
pero el dedo sobre mi boca
no me deja hablar
Me secuestro palabras,
y las escondo bajo mi lengua
les amarro las manos
y le tapo la boca con cinta adhesiva
y aun le pongo pañuelo sobre los ojos.
Escribo una nota de rescate al diccionario
no por dinero, sino para tener una coartada
que no sepan que es por sentimiento
que realmente las escondo.
De vez en cuando una de ellas se escapa
pero es una de esas palabras silenciosas
que se pueden asesinar,
aunque siempre con dolor
al verla caer al suelo
y hacerse letras al estrellarse
y destintarse, porque desangrarse no pueden
Un día una se vistió de gringa
se hizo pasar por otra cosa
lo que no tomo en cuenta,
es que la entendí, y callo al piso después del disparo
se le cayo la peluca dorada
y sus lentes de contacto azules.
Al final expiro diciendo adiós,
con el sueño de llegar al oído,
amarrado entre el final de la ultima letra.
Esas son las peores, las que no se mueren de un solo
tratan de sobrevivir por un sueño,
estaban mejor con los ojos cerrados
bajo mi lengua, pero no las culpo
nacieron para llegar al oído
y secuestradas la sensación de libertad,
las hizo volar para encontrarse después
desbaratadas en letras, en el piso, con la tinta chorreando alrededor,
y el sueño, volviendo a su paraíso
en silencio, para no encontrase
por ahí, aun un asesino de sueños.





Blanco

te lo digo otra vez, si me das un par de palabras
te enseño a sentir,
no digo que sea fácil, ni tampoco que sea difícil
la situación cambia de sujeto a sujeto.
Tengo dos muñecos sentados a la orilla de mi cama,
he tratado de enseñarles a sentir,
pero la respuesta a sido nula
ni un corazón en el aire,
ni siquiera ese montón de símbolos
que por alguna razón aparecen en las caricaturas
para expresar un insulto.
Nada, absolutamente nada,
y hay días como hoy que los envidio
el asentimiento, debe ser útil
para días que como hoy el mundo parece
un lugar tan gris con matices de negro.
Deje mi cabeza en blanco un momento,
y lo que paso, es que un punto negro salto,
pregúntenle a el de donde salió entre tanto blanco,
porque yo si no se.
Lo gracioso fue ver como movió sus manitas,
para intentar volar,
en lo que caía al vació blanco,
cada vez se volvió completamente mas pequeño.
Pronto salieron, mas puntos que formaron conceptos,
imágenes, sueños, recuerdos,
mi intento fallido de querer ser como mi muñecos termino,
revuelto entre mi deseo de un plato de Choco Krispis,
sin leche, porque mi estomago tiene la particularidad,
de ponerse en huelga cuando la ve venir,
esa sustancia blanca cayendo hacia si.
Creo que debe ser un recuerdo, de cuando quiso él también,
dejar su mente en blanco,
y encontrar el asentimiento, que tan fácilmente
mis muñecos logran, sin querer.

Tuesday, March 14, 2006

Medidas de la locura

Alguien en mi mundo inventado, dijo un dia
la locura la mido con tazas de azucar,
tazas de azucar? yo digo que si la locura es dulce
se puede medir asi, pero si es una de esas que te dejan mal sabor de boca
solo que la bolsa de 5 libras de el azucar estuviera abierta,
y un gusano se alla dado la tarea de querer volverla agria.
Aunque talvez tenga razon porque el sabor dulzon en la boca
aunque por esta vez malo, quedaria.

El dia de esas declaraciones, de mediciones,
de las cuales yo realmente no entiendo mucho,
ni realmente me importa,
mi cabeza trabaja con conceptos, no con valores establecidos,
no los soporto, me sente en un parque,
a tratar de medir mi estado de locura,
llegue a la conclusion que cada uno medimos nuestra locura a nuestra forma
la mia se mide a veces en letras,
en palabras y signos de puntuacion, todas quieriendo hablar a la vez
salen disparadas por mis dedos,
mientras se mueven sin sentido en el teclado.
Otros dias me da por medirlas con imagens,
ese dia la locura se vuelve tan genial
que terminome viendo a mi mismo, desde un sillon rojo
o me creo angel sentdo esperadando por indicaciones,
y me siento feliz, podria aplicar lo de la taza de azucar,
pero las imagenes se escriben con luz,
podrian ser tazas de luz talvez.

Despues de darle vueltas al concepto a mi cabeza,
sentasdo en un parque que parece extraño, por la naturaleza que tiene alrededor,
sujetos tan comunes como un carrito de helados
algunos de colores, otros blancos por dentro,
las fiestas dentro de los carros duran, hasta qu por cierta razon
se abrela puerta y se llevan raptado a uno o dos compatriotas,
se hace un funeral, se pide por su alma que ira a descansar en la panza
de un trauseunte que moria de antojo, porque de sed no lo creo,
un helado lo que hace es agravarla.
Despues empieza de nuevo la fiesta y todo es ocmo antes,
lleno de hielo y leche, de aquellos que tienen como un puesto mayor en el status de helado
no son simplemente de hielo, sino que son cremosos,
que mejor que ser cremoso, delicioso por dentro.

Cerre los ojos y las ideas volvieron de nuevo a mi mente,
calle mi boca, escribi lo que lees,
y me dije a mi mismo,
mi locura no debe ser medida, no tiene caso,
es simplemente un caso de locura, comun, vulgar y silvestre.

Friday, March 03, 2006

Mi caja de zapatos

Debajo de mi cama tengo una caja de zapatos,
donde guardo mi corazón,
junto a un par de recuerdos que se hicieron novios,
después de estar encerrados tanto tiempo,
no es nada raro que se enamoraran.
El corazón los mira con recelo,
mientras trata de conquistar al polvo que esta por ahí,
es un tanto masoquista,
porque desde que tiene memoria, el polvo le da alergia.
En una esquina, espera una foto,
Siendo ya eterna, la escritura en luz tiene esas cualidades,
y esta triste porque no se puede morir,
el vivir como ser eterno, trae ciertos problemas.
La eternidad se escribe con luz,
se roba pedazos de corazón, y los vende por saldos a los ojos,
para que los miren,
dice que es un negocio rentable,
pero de responsabilidades inmensas.
A veces los ojos regresan acompañados de corazones,
a pedir devolución de dinero,
y ese día mi caja se llena de corazones partidos,
y mientras tanto el mío empieza a recordar lo que es latir,
y deja al polvo por un lado,
que lo mira receloso, y lo siente extraño.
Médicamente se sabe que los problemas de corazón,
son con los que más sufre,
pero después de observarlo,
tanto tiempo en mi caja de zapatos,
he sacado conclusiones tremendas,
los peores ataques le dan cuando,
Mira al par de recuerdos besándose en un rincón.
Un día casi muere de pena,
cuando el polvo se hizo a un lado
Y el aire lo hizo suyo,
cuando una ráfaga entro por descuido mío.
Lo vi agonizar, y le tuve que dar fuertes dosis de alegría,
que conseguí en un mercado de pulgas.
El frasco lo guardo en la caja,
camuflajeado como veneno,
para no matar a la tristeza,
que acabo de guardarla, atrás de la foto,
para que se cuenten sus problemas,
pero creo que ha sido una mala idea,
porque he ahí la causa de mi insomnio prolongado,
es interesante oír estas platicas,
que se vuelven eternas durante la noche,
Los susurros, no me duermen,
simplemente me interesan
aunque a veces creo que me fastidian.
Así pasan los días en mi caja de zapatos,
entre historias de tristes y corazones vegetativos,
que ven con recelo al par de recuerdos que hacen el amor,
para decirse una al otro que se tiene para toda la vida.