un semaforo
Hoy se acerco un señor en un semáforo,
Y me pidió una moneda,
Me dio una magnifica excusa,
Que no pude negarle la moneda, al sentirme identificado.
Me dijo al oído, que había perdido el corazón
Y que estaba juntado para ver si conseguía otro.
Le dije que descorazonados habemos muchos, pero como el ninguno.
Pararse en un semáforo y pedir dinero por eso,
Me dijo que la vida le había enseñado,
Y abrió su camisa,
Vi la cicatriz inmensa, y fue algo asombroso
Saber que ahí hubo un corazón,
Que a el le había pasado,
Que lo había perdido.
El mio es una roca de azul de vez en cuando, le comente,
Y me dijo que empezara a amar,
Que el suyo cambiaba de colores,
Y que pronto empezó a volverse azúcar,
Un medico goloso, le dijo que había que operarlo
Y despertó a media anestesia,
Y vio algo que no podía describir,
Un medico haciendo algodones de azúcar,
En la sala de operaciones.
Y fue en ese momento que se dio cuenta,
Que su corazón estaba en el estomago ajeno
Y que jamás lo podría recuperar.
Le ofreció la salida de conseguirle uno de cartón
Pero tenia que pagar la próxima operación.
Saque de mi bolsa una ficha,
Y di un paso de más,
Volteé a preguntarle, si me podía dar el numero de su doctor.
Y me pidió una moneda,
Me dio una magnifica excusa,
Que no pude negarle la moneda, al sentirme identificado.
Me dijo al oído, que había perdido el corazón
Y que estaba juntado para ver si conseguía otro.
Le dije que descorazonados habemos muchos, pero como el ninguno.
Pararse en un semáforo y pedir dinero por eso,
Me dijo que la vida le había enseñado,
Y abrió su camisa,
Vi la cicatriz inmensa, y fue algo asombroso
Saber que ahí hubo un corazón,
Que a el le había pasado,
Que lo había perdido.
El mio es una roca de azul de vez en cuando, le comente,
Y me dijo que empezara a amar,
Que el suyo cambiaba de colores,
Y que pronto empezó a volverse azúcar,
Un medico goloso, le dijo que había que operarlo
Y despertó a media anestesia,
Y vio algo que no podía describir,
Un medico haciendo algodones de azúcar,
En la sala de operaciones.
Y fue en ese momento que se dio cuenta,
Que su corazón estaba en el estomago ajeno
Y que jamás lo podría recuperar.
Le ofreció la salida de conseguirle uno de cartón
Pero tenia que pagar la próxima operación.
Saque de mi bolsa una ficha,
Y di un paso de más,
Volteé a preguntarle, si me podía dar el numero de su doctor.