Rincon

Estaba sentado en ese rincón tan cómodo de mi alma,
Que me encanta tanto.
Llovió y llovió, como meses atrás no llovía,
talvez era parte del clima imperante ese día.
Y la lluvia se llevo mis lagrimas, que llevaban pedazos de mi corazón.
Y seguía lloviendo, y aun así me quede dormido,
después de pensar un rato en la luna,
que se divertía atrás de las nubes,
se andaba desnudando,
sabiendo que los humanos no podíamos verla.
El rincón estaba caliente, aunque mi cabeza recibía mucho frió,
me sentía a medias, medio mojado,
y medio seco.
Decidí escribirte, pero el único papel que encontré estaba mojado,
Mi lapicero no pintaba, y no tenía una pared decente.
Negué la idea, solté un grito y las nubes se abrieron,
vi a la luna desnuda, y por eso supe lo que hacia
pegó un grito y se fue volando,
dejándome ya en ese momento en total oscuridad.
Aprendí a prender luces en mi corazón.
Y con suerte siempre llevo una luciérnaga en mi bolsa.
Y ahora si,
cierro los ojos.
La lluvia ya no cae a mi alrededor,
mi luciérnaga tiene ojos soñolientos
y yo, caigo rendido,
Seguiré en mi rincón, y hoy cerrare con llave.