Imagínate, mismo episodio, misma situación
el parque sigue cual antes, algunas plantas por acá,
caminas y algunas gotas se resbalan de las hojas, caen a tu lado,
en tu cabeza, por tus hombros, el invierno esta tan presente
que para tratar de ignorarlo, las personas usan paraguas,
objeto que a mi parecer es tan inservible,
te impide soñar, mojarte, sentir ese friíto tan delicioso
de las gotas de mayo, junio o talvez julio.
Busque un lugar donde sentarme a leer,
porque la escritura viene después,
abrí el libro para meterme en algún mundo imaginario,
esta vez rodeado de ciegos, que tratan de sobrevivir,
y el libro ese, me dejo un sabor diferente en la boca,
como puede transportarse un sentimiento, de los ojos a la boca
solo nuestro cuerpo lo sabe, los secretos que cargamos
se acumulan y llevan muchos de esto metidos en si.
Pero eso no es lo que me trae al parque hoy,
fue esa manera de ver a las personas entre paréntesis,
paréntesis dirá el lector, como puedo meter a un par de personas,
en un paréntesis que viene metido en un lapicero
o en un teclado, o en la tinta de una impresora.
el problema a este momento es que necesitaríamos, una impresora gigante
o un lapicero marca gigante, ya saben, ahora todo viene big,
parte del exceso de mercadeo, que tanto nos borbandean,
pero si eso nos seria imposible meter a dos personas entre paréntesis.
Pero, bueno, no hablo de esos paréntesis,
veo algo ridículo dos personas entre un paréntesis, están dentro del mundo,
pero fuera de el.
Los paréntesis los forman las relaciones, si lo observas bien,
como lo hice ese día en el parque, las personas están emparentesadas,
valga la mala utilización del lenguaje,
vi a la pareja, estaba ahí, primero el paréntesis se lleno de corazones,
vi como un pájaro les canto al oído, y le saco la madre porque no lo oían
creo que fue porque canto fuera de su paréntesis, tan exclusivos son
que no están al alcance de los oídos, tienes que observar un par de minutos
para darte cuenta que están ahí,
luego el paréntesis se lleno de una bruma, la pelea empezó, no se
si los paréntesis no se llenan de bruma cuando son nuevos,
pero este tenia ya ciertas marcas de smok, provocado por esas constantes peleas que han tenido.
y recordándolo bien, los corazones se veían algo corintones,
debió haber sido por la misma razón, con los años el amor entre paréntesis se desgasta
se vuelve, rutina, y pones paréntesis a cada rato,
y el mundo afuera se vuelve tan extraño, que prefieres matarte adentro,
todo es mas seguro, ya tiene fotos en sus puntas,
recuerdos en sus costados, arañones en el intestino
gritos escondidos en las esquinas, y corazones tratando de dismular los golpes.
Después de la bruma viene la calma,
hay un reconciliamiento, si se le llama así,
y el paréntesis se aclara, se ve al pájaro que cantaba antes,
tratando de juntar mas pajaritos,
para darle su merecido a los enamorados,
quienes se creen para ignorar su canto,
lo siento, el pajarito padece de orgullo y tiene que desquitarse con alguien
pero veo como no hay ninguno de los otros pájaros que le presten atención
y ahora me doy cuenta, no fue el paréntesis,
el pajarito es mudo,
mudo y sordo me imagino, porque canta con aquel sentimiento
notas mudas, que se escapan en la atmósfera,
se las lleva el viento, y por momentos explotan al chocar contra el paréntesis,
y dentro todo sigue igual, besos, enojos, abrazos, besos, enojos, abrazos,
un ciclo que dura horas, y termina
porque de momento, me quiero ir...
y la pareja no se da cuenta, que aunque dentro brille una luz
el parque lo cierran a las 6.